Paso a Paso

A lo largo del 2025 hemos ido compartiendo Facebook e Instagram  reflexiones y reivindicaciones en torno a la presencia de la Infancia en la ciudad bajo el título, Paso a paso por la ciudad, de 0 a 6 años, tratando de dar voz y seguir reivindicando una ciudad educadora, amable, y llena de posibilidades, en la que los niños y las niñas crezcan seguros y sean motor de cambios.

Hoy las publicamos en la web de la Plataforma SÍ06 Granada, reunidas:

1.- Los niños y las niñas de 0 a 6 años son ciudadanas y ciudadanos con derechos.

Los niños y las niñas tienen«el derecho de disfrutar, en condiciones de libertad e igualdad, de los medios y oportunidades de formación, entretenimiento y desarrollo personal que la propia ciudad ofrece» – así  lo recoge y determina La Carta de Ciudades Educadoras en su Principio 1 (2), igualmente avalado, a nivel local, en La Carta Municipal de los Derechos de los niños y las niñas.

Desde que nacen, niñas y niños, forman parte de nuestra comunidad y los sentimos como un bien, un tesoro colectivo que cuidar, sabiéndonos todos y todas corresponsables de su bienestar. 

Como ciudadanos y ciudadanas con su propios e incuestionables derechos, requieren de los recursos precisos para su integral atención y cuidado, atendiendo su escolarización, salud, relaciones sociales, culturales, urbanísticas. En ello toda la sociedad y sus instituciones competentes estamos involucrados e interpelados, cada quien desde su parcela de responsabilidad.

2.- La infancia tiene derecho a participar y expresar sus opiniones.

Adaptar las ciudades a los niños«no se podrá hacer sin contar con su punto de vista». Así, cita el artículo 12 de la Convención de los Derechos del Niño que determina: «tienen derecho a expresar su opinión cada vez que se tomen decisiones que les afectan». 

Por ello exige «foros públicos de consulta a los niños» tanto en la escuela como en la ciudad. «Es clave que los alcaldes asuman una actitud de respeto ante las opiniones de los niños y entablen con ellos un diálogo verdadero».

Llega una mañana Guille al grupo expresando su malestar al haber tenido un problema, casi le atropellan al venir a la escuela y a partir de ahí surge el diálogo:

  • Cuando veas una moto tienes que irte a un lado seguro. 
  • Las motos van rápido y necesitamos un paso de peatones. 
  • Hay demasiado tráfico.
  • Hay patinetes que van muy rápido. 
  • Hay algunos coches que pasan super rápido y están mal aparcados. 
  • Las personas que van en coche no miran a las que vamos andando. 
  • Las motos casi te atropellan.
  • Algunas personas tiran las cosas al suelos. 

¿Y ahora qué podemos hacer con estos problemas? 

  • Podemos hablar con el alcalde.
  • Ss una señora.
  • Tenen que cortar la calle para que podamos caminar.
  • Cortar media calle para que podamos pasar. 
  • Que todos los coches sean eléctricos para que no echen humo. 
  • Que los coches pasen lentos. 
  • Que no haya basura en la calle. 
  • Que las motos no sean de gasolina porque suenan fatal. 
  • Que nuestro barrio esté bien y que no huela mal por el humo. 
  • Que haya más papeleras de cigarrillos. 
  • Que los coches aparquen bien.
  • Que las aceras sean más grandes. 

¿Cómo se lo hacemos llegar a todo el mundo?

  • Se lo tenemos que decir a todas nuestras familias. 
  • La alcaldesa se lo puede dar a todo el mundo. 

3.- Las niñas y los niños tienen el derecho de jugar en el espacio público

Al hilo de este derecho, específico de niños y adolescentes, nos sumamos a las reflexiones del reconocido pedagogo Francesco Tonucci, con la convicción de que «A través del juego, el niño descubre el mundo, sus misterios y sus leyes, pone a prueba sus propios conocimientos y sus propias capacidades, aprende a conocer a los demás

Pensando en la ciudad, contexto en el que transcurren sus vidas, igualmente defendemos que «Hay que aceptar que los sitios aptos para el juego son los espacios verdaderos de la ciudad: las escaleras, los patios, los jardines, las plazas, las calles, los monumentos. Los espacios que usan todos los ciudadanos. Sólo hay que volverlos utilizables por todos, incluso por los niños.» Por lo que hacemos nuestras sus palabras: “La ciudad debe favorecer la posibilidad de jugar de los niños, sin limitar el juego ni prohibirlo”.

Abogamos por un cambio de paradigma que nos acerque a una ciudad amable con la infancia y sus derechos. Por ello, más allá de esos pequeños espacios acotados y llenos de mobiliario para un juego bastante limitado, es el momento de pensar espacios con zonas específicas de juego, más diversas, creativas, accesibles e inclusivas y poner el urbanismo de toda la ciudad a disposición del juego para la infancia y adolescencia.

´Cuando hay niños y niñas jugando en la calle la ciudad vive mejor´.

4.- La escuela infantil abre las puertas a su contexto.

Creemos que estamos en condiciones de afirmar que cuando una escuela infantil asume entre sus finalidades la participación de los niños y las niñas en el entorno urbano de una manera activa, creativa, crítica y gratificante, desde la seguridad emocional y con la participación de toda la comunidad educativa, se establece una relación dialéctica con la ciudad que hace que ésta adquiera una dimensión más humana en la que la infancia también tiene su espacio y su protagonismo” .

Así lo reflejábamos en la celebración del XX Aniversario del entonces Patronato Municipal de Educación Infantil, celebradas en Mayo del 2002.
Siempre nos es grato evocar e incidir en este aspecto tan significativo para las Escuelas Infantiles Municipales que venimos defendiendo desde nuestros comienzos y así forma parte de nuestra identidad. 
Disfrutamos, Paso a paso de nuestra ciudad, con el deseo constante de que ésta sea realmente un espacio para crecer.

5.- Renaturalizar los espacios para la infancia en la ciudad. 

Vivimos tiempos en los que sentimos la necesidad apremiante de cuidar el medio ambiente: Mirar y volver a la Naturaleza que, en tantas ocasiones vemos amenazada, es una responsabilidad de toda la sociedad ante la que no nos podemos quedar impasibles. 

Nos preguntamos en qué medida la ciudad ofrece a la Infancia la posibilidad de reconectar con la Naturaleza, de vivenciar los cambios que en ella refleja el paso del tiempo: las criaturas precisan de condiciones y tiempos idóneos para la exploración y el juego (apreciar sus olores, percibir sus cambiantes tonalidades, indagar sus texturas.)
Pensemos en los parques y zonas de juego que se ofrecen a las infancias y en la necesidad de que éstos les brinden un mayor contacto con elementos naturales: madera, cuerda, rocas, agua, arena, plantas de especies nativas… materiales renovables que tanto fomentan la creatividad, la imaginación y la libertad de expresión en los niños y niñas e intentar prescindir de materiales compuestos artificiales que les alejan de la posibilidad del juego y descubrimiento. 

Pensamos en jardines, zonas de juego que ofrezcan múltiples posibilidades de movimiento, exploración, aventura… evitando los pequeños espacios acotados por rejas y ocupados  en su totalidad por módulos de juego. Espacios y lugares públicos idóneos para acoger a grupos más o menos numerosos de niños y niñas, refugio para el juego en días de calor como los que en este verano estamos viviendo, donde poder jugar con agua y bajo sombras de árboles. ¡Algo tan sencillo y qué mayor oportunidad para el bienestar!
La naturaleza es nuestra mejor aliada frente al cambio climático, especialmente para la población vulnerable como la Infancia y mejorar los espacios públicos a ella destinados es mejorar la vida de toda la ciudadanía, sin olvidar a quienes más lo puedan necesitar.

6.- Familia- Escuela-Ciudad: unir contextos de vida de la Infancia 

Estos tiempos tan cruciales de acogida y de fortalecer vínculos precisan de un andar pausado, de un acompañamiento cálido y certero, al amparo de la escucha, pasos que materializan una primera transición, básica para su amplio y fututo caminar.

La Escuela Infantil es el lugar en el que fraguar y fortalecer nuevas relaciones, y avanzar, paso a paso en  descubrir y hacer suyos  los espacios vitales, cercanos, tan especialmente pensados para que cada individualidad encuentre su lugar en el grupo de edad donde habita. 

Toda la Escuela es un territorio a reconocer, transitar y disfrutar, ampliando  paso a paso sus zonas de acción, de relación y descubrimiento: todo un mundo en el que vivir de forma cotidiana la aventura de confluir con otras edades -individualmente o en pequeño grupo- en los espacios comunes, las zonas de paso,  la cocina, el despacho…  y de forma especial en todas las zonas exteriores, lugares privilegiados de encuentro y juego. Pronto abarcarán todo el espacio de la Escuela.

El itinerario seguido con sus familias para llegar a la Escuela es el camino que une dos de sus mundos vitales;  las calles y plazas por las que cada día transitan, saludando al vecindario, conociendo sus comercios y servicios, suponen una paulatina ampliación del mundo conocido.
El Barrio y más adelante la Ciudad les espera con los brazos abiertos y pronto serán también escenario de sus risas y descubrimientos: calles, museos, teatros, jardines, bibliotecas, mercados, llenos de oportunidades para el aprendizaje.

Así, es una de las tareas más importantes de la Escuela planificar acciones intencionadas para la progresiva ampliación de los entornos que ofrece, respetando la diversidad individual – niveles evolutivos, necesidades e intereses -.
Igualmente es tarea primordial intentar poner en relación los diferentes contextos de vida (casa, escuela, barrio, ciudad) en los que se desenvuelven los niños y niñas, planificando las diversas transiciones y  progresiva ampliación de los entornos infantiles desde lo más cercano, física y afectivamente a lo más lejano. 


Felices Fiestas y todos nuestros mejores deseos para el Nuevo Año, en el que seguiremos compartiendo nuestro compromiso con la Infancia.

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